El gran masturbador

Salvador Dalí, (1904–1989), fue uno de los máximos representantes del surrealismo. Uno de los mayores rasgos de la producción de Dalí es la creación de un universo artístico propio y universalmente reconocible en el que la sexualidad, el erotismo y la muerte constituyen los rasgos esenciales del “arte daliniano”. 

El Gran Masturbador es uno de los mayores iconos del arte daliniano. La obra tiene implicaciones autobiográficas. Diversos estudios señalan que la gran cabeza del masturbador es una de las personificaciones del propio artista, que aparece en la pintura protagonizando varias escenas simultáneas como reflejo de la transformación anímica y erótica que experimentó Dalí al conocer a Gala. La obra contiene numerosos simbolismos de carácter erótico en los que se conjugan la sexualidad y el temor a la muerte, representado iconográficamente en las hormigas y el saltamontes que succiona el cuerpo de la gran figura metamorfoseada.